La víspera de Pentecostés las/os religiosas/os de la Diócesis quisimos celebrar ésta festividad con las monjas de clausura.
Este año hemos estado con las monjas Carmelitas Descalzas de las Alquerías del Niño Perdido.
Después de orar, con el rezo de vísperas, tuvimos un encuentro fraterno.
Pentecostés, la fiesta eclesial por antonomasia; la
Iglesia que nace en la espera oracional del Espíritu, junto a María, en la
comunión de todos los convocados por el mismo Señor. Y en esta Iglesia la vida
consagrada nace como "un don de Dios Padre a su Iglesia por medio del
Espíritu" (VC 1)
Un don precioso y necesario para
el presente y el futuro del Pueblo de Dios. (VC 3)
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