domingo, 15 de julio de 2012

ORDENACIÓN SACERDOTAL

Estimados hermanos: Un abrazo fraterno.
Ayer. día 8 de julio, de nuevo la Provincia vivió un día de profundo gozo espiritual con la ordenación presbiteral del P. Cristian Peña Molina en nuestra parroquia de San José Obrero de Castellón, parroquia natal de Fr. Cristian. Le confirió el presbiterado nuestro hermano de hábito Mons. Ulises Gutierrez Reyes, O de M. Arzobispo de la archidiócesis de Ciudad Bolivar. Acompañamos a Fr. Cristian en este momento tan importante de su vida, religiosos de las comunidades de Castellón (PP. Domingo Lorenzo, José Navarro y Paco Sanz), de Curia (PP. Provincial, Fr. Florencio Roselló, Juan Pablo Pastor, Valentín Moliner y Jesús Roy) de Elche (P. Nacho Blasco), de Valencia (PP. Melchor Azcárate y Javier Palomares), de El Puig (PP. José Miguel Monzón y Manolo Anglés), del Olivar (PP. Francisco Marín y Juan Lorenzo), de Lleida (P. Antonio Criado), de San Ramón (PP. José Antonio Lacasa y Vicente Zamora y los novicios Abel, Felix, Jonathan, Ramón, Carlos, Pabel y Michelle), del Hogar (P. José Juan Galve), de Palma (P. Francisco Sancho), de Mozambique ( P. Juan Carlos Cabrera) y de Panamá (P. Javier Mañas). En el primer banco de la iglesia estaban sus padres, su hermana y sus abuelos. En la iglesia había muchos amigos de Fr. Cristian, de la parroquia de San José Obrero, de nuestras parroquias de El Puig, Valencia, Barcelona, Elche, San Ramón. La parte musical corrió a cargo del grupo de jóvenes de Betsaida, que lo hizo muy bien, unas voces fantásticas.
En la homilía el arzobispo Mons. Ulises animó al nuevo sacerdote a vivir su ministerio sacerdotal desde la entrega y el servicio, desde el carisma mercedario, sintiendo el Espíritu Santo que recibe por la imposición de sus manos para ser constituido sacerdote, "otro Cristo". Mons. Ulises manifestó su alegría de poder ordenar a nuestro hermano Cristian.
Al final de la eucaristía, antes de la bendición final, el P. Cristian hizo una acción de gracias a Dios por el ministerio que hoy recibía, y donde daba las gracias, a su familia, a la Provincia y a todas las personas que le han ayudado a llegar a este día de su ordenación sacerdotal. Luego Nazaret, una joven de su grupo juvenil de la parroquia San José Obrero de Castellón hizo una sentida y emotiva acción de gracias que concluyó con una canción dedicada al P. Cristian que cantó el grupo Betsaida, después siguieron las palabras del P. Provincial donde dio las gracias a Dios, al P. Cristian por su Sí, a Mons. Ulises por ordenarle y poder tenerlo aquí en la provincia en España como arzobispo para esta ocasión, a los padres de Cristian por su generosidad, a la comunidad mercedaria de Castellón , a la comunidad parroquial de San José Obrero y a todos los que estábamos acompañando a Cristian. Concluyó este emotivo momento con la lectura de la bendición apostólica del Santo Padre para el nuevo ordenado que hizo el P. Manolo Anglés.
Después de la bendición del sr. arzobispo hubo el besamanos al neosacerdote P. Cristián Peña Molina















sábado, 14 de julio de 2012

ESCAPULARIO DE LA VIRGEN DEL CARMEN

ORIGEN
La palabra escapulario viene del Latín "scapulae" que significa "hombros". Originalmente era un vestido superpuesto que cae de los hombros y lo llevaban los monjes durante su trabajo. Con el tiempo se le dio el sentido de ser la cruz de cada día que, como discípulos de Cristo llevamos sobre nuestros hombros. Para los Carmelitas particularmente, pasó a expresar la dedicación especial a la Virgen Santísima y el deseo de imitar su vida de entrega a Cristo y a los demás.
ENTREGA DEL ESCAPULARIO A SAN SIMÓN STOCK
En el año 1246 nombraron a San Simón Stock general de la Orden Carmelita. Este comprendió que, sin una intervención de la Virgen, a la orden le quedaba poco tiempo. Simón recurrió a María poniendo la orden bajo su amparo, ya que ellos le pertenecían. En su oración la llamó "La flor del Carmelo" y la "Estrella del Mar" y le suplicó la protección para toda la comunidad.
En respuesta a esta ferviente oración, el 16 de julio de 1251 se le aparece la Virgen a San Simón Stock y le da el Escapulario para la orden con la siguiente promesa:
"Este debe ser un signo y privilegio para ti y para todos los Carmelitas: quien muera usando el escapulario no sufrirá el fuego eterno"
Aunque el escapulario fue dado a los Carmelitas, muchos laicos con el tiempo fueron sintiendo el llamado de vivir una vida mas comprometida con la espiritualidad carmelita y así se comenzó la cofradía del escapulario, donde se agregaban muchos laicos por medio de la devoción a la Virgen y al uso del escapulario. La Iglesia ha extendido el privilegio del escapulario a los laicos.
SIGNIFICADO
El amor y la protección maternal de María: El signo es una tela o manto pequeño. Vemos como María cuando nace Jesús lo envuelve en un manto. La Madre siempre trata de cobijar a sus hijos.
Envolver en su manto es una señal muy maternal de protección y cuidado. Señal de que nos envuelve en su amor maternal. Nos hace suyos. Nos cubre de la ignominia de nuestra desnudes espiritual.
Pertenencia a María: Llevamos una marca que nos distingue como sus hijos escogidos. El escapulario se convierte en el símbolo de nuestra consagración a María.
La Virgen nos enseña:
+ a vivir abiertos a Dios y a su voluntad, manifestada en los acontecimientos de la vida;
+ a escuchar la voz (palabra) de Dios en la Biblia y en la vida, poniendo después en práctica las exigencias de esta voz;
+ a orar fielmente sintiendo a Dios presente en todos los acontecimientos;
+ a vivir cerca de nuestros hermanos y a ser solidarios con ellos en sus necesidades.
NO ES...
Un objeto para una protección mágica (un amuleto)
Una garantía automática de salvación.
Una dispensa para no vivir las exigencias de la vida cristiana.
SÍ ES...
Un signo aprobado por la Iglesia desde hace varios siglos.
Un signo que representa el compromiso de seguir a Jesús como María:
Abiertos a Dios y a su voluntad.
Guiados por la fe, la esperanza y el amor.
Cercanos a las necesidades de los demás.
Orando constantemente y descubriendo a Dios presente en todas las circunstancias.
Un signo que alimenta la esperanza del encuentro con Dios en la vida eterna bajo la protección e intercesión de María.

NUEVA EVANGELIZACIÓN

JOSE ANTONIO PAGOLA
En la Iglesia se siente hoy la necesidad de una nueva evangelización. ¿En qué puede consistir? ¿Dónde puede estar su novedad? ¿Qué hemos de cambiar? ¿Cuál fue realmente la intención de Jesús al enviar a sus discípulos a prolongar su tarea evangelizadora? El relato de Marcos deja claro que solo Jesús es la fuente, el inspirador y el modelo de la acción evangelizadora de sus seguidores. Estos actuarán con su autoridad. No harán nada en nombre propio. Son “enviados” de Jesús. No se predicarán a sí mismos: solo anunciarán su Evangelio. No tendrán otros intereses: solo se dedicarán a abrir caminos al reino de Dios.

La única manera de impulsar una “nueva evangelización” es purificar e intensificar esta vinculación con Jesús. No habrá nueva evangelización si no hay nuevos evangelizadores, y no habrá nuevos evangelizadores si no hay un contacto más vivo, lúcido y apasionado con Jesús. Sin él haremos todo menos introducir su Espíritu en el mundo.

Al enviarlos, Jesús no deja a sus discípulos abandonados a sus fuerzas. Les da su “autoridad”, que no es un poder para controlar, gobernar o dominar a los demás, sino su fuerza para “expulsar espíritus inmundos”, liberando a las gentes de lo que esclaviza, oprime y deshumaniza a las personas y a la sociedad.

Los discípulos saben muy bien qué les encarga Jesús. Nunca lo han visto gobernando a nadie. Siempre lo han conocido curando heridas, aliviando el sufrimiento, regenerando vidas, liberando de miedos, contagiando confianza en Dios. “Curar” y “liberar” son tareas prioritarias en la actuación de Jesús. Darían un rostro radicalmente diferente a nuestra evangelización.

Jesús los envía con lo necesario para caminar. Según Marcos, solo llevarán “bastón, sandalias y una túnica”. No necesitan de más para ser testigos de lo esencial. Jesús los quiere ver libres y sin ataduras; siempre disponibles, sin instalarse en el bienestar; confiando en la fuerza del Evangelio.

Sin recuperar este estilo evangélico, no hay nueva evangelización. Lo importante no es poner en marcha nuevas actividades y estrategias, sino desprendernos de costumbres, estructuras y servidumbres que nos están impidiendo ser libres para contagiar lo esencial del Evangelio con verdad y sencillez.

La Iglesia ha perdido ese estilo itinerante que sugiere Jesús. Su caminar es lento y pesado. No acierta a acompañar a la humanidad. No tenemos agilidad para pasar de una cultura a otra. Nos agarramos al poder que hemos tenido. Nos enredamos en intereses que no coinciden con el reino de Dios. Necesitamos conversión.

miércoles, 11 de julio de 2012

SAGRADA FAMILIA

El dia 30 de Junio nuestra CONFER Diocesana organizo una salida cultural como final de curso.
Para ello visitaron la Sagrada Familia en Barcelona.
Pasando un dia muy agradable y fraterno


domingo, 1 de julio de 2012

JUAN LUIS GUERRA

TAN SÓLO HE VENIDO
ADORARTE Y DARTE GRACIAS

LA FE DE LA MUJER

JOSÉ ANTONIO PAGOLA
La escena es sorprendente. El evangelista Marcos presenta a una mujer desconocida como modelo de fe para las comunidades cristianas. De ella podrán aprender cómo buscar a Jesús con fe, cómo llegar a un contacto sanador con él y cómo encontrar en él la fuerza para iniciar una vida nueva, llena de paz y salud.

A diferencia de Jairo, identificado como "jefe de la sinagoga" y hombre importante en Cafarnaún, esta mujer no es nadie. Solo sabemos que padece una enfermedad secreta, típicamente femenina, que le impide vivir de manera sana su vida de mujer, esposa y madre.

Sufre mucho física y moralmente. Se ha arruinado buscando ayuda en los médicos, pero nadie la ha podido curar. Sin embargo, se resiste a vivir para siempre como una mujer enferma. Está sola. Nadie le ayuda a acercarse a Jesús, pero ella sabrá encontrarse con él.

No espera pasivamente a que Jesús se le acerque y le imponga sus manos. Ella misma lo buscará. Irá superando todos los obstáculos. Hará todo lo que puede y sabe. Jesús comprenderá su deseo de una vida más sana. Confía plenamente en su fuerza sanadora.

La mujer no se contenta solo con ver a Jesús de lejos. Busca un contacto más directo y personal. Actúa con determinación, pero no de manera alocada. No quiere molestar a nadie. Se acerca por detrás, entre la gente, y le toca el manto. En ese gesto delicado se concreta y expresa su confianza total en Jesús.

Todo ha ocurrido en secreto, pero Jesús quiere que todos conozcan la fe grande de esta mujer. Cuando ella, asustada y temblorosa, confiesa lo que ha hecho, Jesús le dice: "Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y con salud". Esta mujer, con su capacidad para buscar y acoger la salvación que se nos ofrece en Jesús, es un modelo de fe para todos nosotros.

¿Quién ayuda a las mujeres de nuestros días a encontrarse con Jesús? ¿Quién se esfuerza por comprender los obstáculos que encuentran en la Iglesia actual para vivir su fe en Cristo "en paz y con salud"? ¿Quién valora la fe y los esfuerzos de las teólogas que, sin apenas apoyo alguno y venciendo toda clase de resistencias y rechazos, trabajan sin descanso por abrir caminos que permitan a la mujer vivir con más dignidad en la Iglesia de Jesús?

Las mujeres no encuentran entre nosotros la acogida, la valoración y la comprensión que encontraban en Jesús. No sabemos mirarlas como las miraba él. Sin embargo, con frecuencia, ellas son también hoy las que con su fe en Jesús y su aliento evangélico sostienen la vida de nuestras comunidades cristianas. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia)